En lo que se considera una proeza, de la industria naval, Brasil se las ha ingeniado para fabricar sus propios buques-plataforma, para la explotación petrolera en el subsuelo marino. La felicidad del propio presidente Lula, no es para menos. Hace 8 años en esa costa, al pie de Rio de Janeiro, habia poca actividad, poco trabajo, poco futuro. No obstante el gobierno se propuso levantar la ingenieria y la industria de los astilleros, como soporte al desarrollo integral de su sector petrolero. No es suficiente descubrir el petróleo debajo del mar. Para extraerlo, antes se requería hacer turno para alquilar plataformas ante los pocos y gigantes operadores del mundo. Lula, quiso que Brasil también lo hiciera, y emprendió la construcción de sus propios buques. Y recordando su trabajo de soldador en la industria de automóviles, dio luz verde a los astilleros en la Isla del Rey, hace menos de tres años.
Hace menos de 3 años arrancaba un astillero
Y ahí esta el resultado. Brasil no solo tiene petróleo y produce más de 2 millones de barriles de crudo por día, sino como extraerlo y ponerlo en los buques tanqueros para su consumo interno y la exportación. La industria metalúrgica, antes moribunda, ahora ha logrado recuperar 600 mil puestos de trabajo.
Plataformas con ingeniería brasileña
Cuando un país, no aprovecha su conocimiento nacional, es un país insignificante. Haber despertado las mentes de los brasileños de que no hay seres humanos inferiores a otros, es parte de nuestro legado, ha dicho esta semana el presidente Lula, al poner el servicio la nueva plataforma, a través de la cual se producirán 180 mil barriles de petróleo por día y una buena cantidad de gas natual.
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